Último partido del Agua de mar CB Palencia en esta temporada saldado con derrota ante el equipo leonés de Agustinos Eras, donde los palentinos mostraron su mejor versión en la segunda parte.
El encuentro para los palentinos tuvo dos caras muy diferentes. En los dos primeros cuartos los locales tuvieron muchos problemas para parar el juego ofensivo visitante, que aprovechó muy bien equilibrando su anotación tanto desde su juego interior como desde su acierto en sus lanzamientos de tres puntos. Sumado a esto, los morados se manifestaron muy dubitativos de cara al aro, a pesar de que muchos de esos lanzamientos a canasta venían de una buena circulación de balón que provocaba buenas selecciones de tiro. Este mal comienzo palentino provocó que se llegará al descanso con un 22-39.
Tras el descanso, los palentinos a punto estuvieron de dar la vuelta al partido, con un ataque que ahora si culminaba en anotación. Pero ese acierto ofensivo no venía acompañado de la solidez defensiva, ya que los leoneses lo contestaban anotando con relativa facilidad. En el último cuarto los locales mejoraron aún más sus prestaciones ofensivas llegando a anotar 29 puntos en este parcial, aunque no fue suficiente para recuperar y superar el parcial logrado por los visitantes en los dos primeros cuartos del encuentro.
Las competiciones que se desarrollan con un formato de liga regular, como esta de la Primera Nacional Masculina, suelen dejar bien claro al final de las mismas la realidad de los equipos que la conforman. Pero el caso de este equipo de Agua de Mar C.B. Palencia es digno de mención. Los palentinos han afrontado esta competición con un equipo renovado, basado en la juventud y formado casi en su totalidad por canteranos del Club, contexto que hacía pensar que la temporada a nivel de resultados iba a ser dura e incluso conformista. Pero estos jóvenes palentinos han engrandecido todo lo bueno que tiene el deporte, convirtiendo la adversidad e inexperiencia en superación y descaro, dejando en cada entrenamiento y cada partido lo mejor de ellos mismos, llegando incluso a jugarse su integridad física por el bien del equipo, con una implicación y honestidad que dejan bien a las claras la clase de personalidades que han cohabitado en este conjunto palentino.
En definitiva, una plantilla ejemplar en todos los sentidos, que dignifica la mejor definición de EQUIPO, y que, por descontado, será en los próximos años fuente de inspiración para las futuras generaciones de jugadores palentinos, las cuales tendrán un buen espejo donde reflejarse.
|