junior AUTONÓMICO masculino - FASE TÍTULO - grupo A-1

Antolín (8), Polo (10), Fran (18), Gonzalo (4) y Ochoa (-) –cinco inicial- Castro (2), Porras (-), Paco (7), Pablo (5), Isma (6), Alfonso (3) y Aitor (-).

Moliner (15), Vázquez (28), Gadea (15), Valdivieso (6) y Cantón (4) –cinco inicial- Arribas (3), Herrera (-), Barrio (-) y Pérez (-).

No pudo ser. Los junior del Estilos Decoración-CB Palencia se jugaban la posibilidad de llegar a la final a cuatro en un partido trascendental frente a Maristas de Burgos. La empresa era difícil, no solo por la entidad del rival sino por la desventaja de 20 puntos que se traía del partido de ida; ahora se recuerda la importancia del primer cuarto de aquel encuentro, en el que el parcial de 27-9 ha resultado decisivo a posteriori.
Tras unos minutos igualados, los visitantes mostraban mayor acierto en ataque mientras que los palentinos acusaban los nervios y pecaban de precipitación en su juego. Sin embargo, los morados tiraron de casta y mejoraron su intensidad defensiva para dar la vuelta al marcador. El choque se encaminaba hacia un tanteo bajo fruto de las imprecisiones y de la importancia del partido. Al descanso, 28-25 para los locales.
En la reanudación, los burgaleses salieron mejor al campo y con un parcial de 4-10, volvían a ponerse por delante en el luminoso, gracias a su trabajo bajo los aros. No obstante, los morados se reponían de este parcial y conseguían otro favorable de 8-2 que volvía a igualar el encuentro. Al final del tercer cuarto, 40-39 para los palentinos.
El último cuarto tuvo alternativas en el marcador para ambos equipos aunque las defensas y la ansiedad seguían siendo las protagonistas. Cualquiera de los dos conjuntos pudo hacerse con el triunfo pero se llegó a los últimos segundos con 50-50 en el luminoso. Los morados se plantearon jugársela “a la épica” y renunciaron a tirar a canasta para buscar 5 minutos más de prórroga para poder soñar con el más difícil todavía. La decisión era arriesgada porque se podía perder el partido pero los sueños imposibles sólo están reservados para los valientes.
En la primera prórroga (puesto que hubo dos), los locales fueron perdiendo jugadores importantes en ataque por personales y protestas (sumándose la baja durante el partido de Polo por lesión en el hombro); mientras tanto en el cuadro visitante su jugador Vázquez, ante las personales de Gadea, tomó el mando de las operaciones y asumió el protagonismo en ataque, demostrando su gran talento para el baloncesto y para la actuación teatral. A pesar de todo se llegó al final de estos minutos con empate (60-60) y se repitió la historia.
Otra prórroga más y 5 minutos para la “heróica”. Los palentinos no tiraron la toalla hasta el final y demostraron un gran pundonor y una gran actitud durante todo el encuentro; también cabe destacar que los visitantes supieron aguantar el tipo en todo momento y fueron merecedores de la victoria final. El choque terminó con 63-71 para los burgaleses que jugaron bien sus posesiones, mientras que los morados atacaban ya a la desesperada y con escaso acierto en el tiro.
En resumen, partido vibrante y muy disputado por ambos conjuntos, en el que la victoria pudo caer de cualquier lado. No obstante, hay que decir que la renta que traían los visitantes era demasiado amplia y las ventajas que obtenían los locales en el marcador nunca pusieron en peligro los 20 puntos a favor que tenían los visitantes. Por tanto, justo triunfo burgalés que supo aguantar perfectamente la presión y resaltar la extraordinaria actitud de los morados que decidieron jugársela hasta el final y morir de pie. Lástima que este gran trabajo no se hiciera en el partido de ida que podía haber cambiado la historia de esta liguilla y de este emparejamiento con Maristas de Burgos.