Tercera victoria de los palentinos frente al equipo Maristas Burgos.
Un partido que tuvo dos caras de la moneda muy distintas. Una cara correspondió a los dos primeros cuartos, donde el equipo palentino supo imponer su ritmo de juego, basándolo en su intenso trabajo defensivo que le permitió recuperar muchos balones, y también con un ataque fluido gracias a la rapidez de sus transiciones y a su circulación de balón que provocó buenas selecciones de tiro.
Tras el descanso apareció la otra cara de la moneda. En estos minutos los burgaleses apostaron por la disposición zonal. Esta defensa, el bajón en la intensidad defensiva y la precipitación ofensiva de los locales, provocó que poco a poco los visitantes recortarán las distancias en el marcador llegando a situarse en el último minuto del partido a 2 puntos. Pero en ese minuto los palentinos lograron sacar provecho de sus últimas posesiones, acabando el partido con un 75-70. Buen partido que servirá de lección y aprendizaje a estos bisoños jugadores palentinos para que entiendan que nunca se debe bajar la guardia ante equipos como este de burgos que se caracteriza por constante lucha y entrega.
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