Resultado engañoso en este partido atípico. El Quesos Puebla ganó por 36 puntos de diferencia y, sin embargo, al descanso perdía por cuatro puntos, 31-35. Los visitantes se presentaron cortos de efectivos (tan solo con 5 jugadores) y esto, al principio, tuvo un efecto negativo en el cuadro local. Los morados parece que dieron el choque por ganado antes de empezar el encuentro y luego tuvieron que apretar más de lo esperado.
Los locales salieron relajados y descentrados a la cancha y los visitantes, sin mucho que perder, jugaron los dos primeros cuartos francamente bien. Sin ninguna presión, los astorganos rompían la defensa morada una y otra vez y además se hacían dueños de ambos tableros.
Al final del primer cuarto, 13-22. Con este panorama, los locales empezaron a pecar de ansiedad por dar la vuelta al marcador y su juego era errático, precipitado y sin concentración defensiva. Lo único que corría a favor del Quesos Puebla era el desgaste al que estaban sometiendo al rival de cara a los 20 minutos restantes. Al descanso, se llegó todavía con ventaja visitante, 31-35.
Afortunadamente, todo cambió a medida que pasaba el tiempo. Los palentinos cambiaron su defensa y se centraron un poco más en ataque, lo que unido al cansancio que iban acumulando los visitantes, decantó el choque a favor de los morados. En los dos últimos cuartos, el parcial fue de 52-12 para los morados, para finalizar con una diferencia impensable en el descanso.
En resumen, claro triunfo del Quesos Puebla a pesar de realizar un partido muy irregular en un encuentro importante para los locales de cara a la clasificación de esta primera fase. Ahora, solo resta un partido antes del parón navideño que vendrá muy bien a los locales para plantearse nuevos retos para la segunda fase.
|