Los juniors morados ganaron su primer partido en el último encuentro de esta primera fase, de una manera totalmente merecida y ante un rival que a priori partía como favorito, dejando la impresión de que podían haber hecho mucho más en esta competición. Además los palentinos tuvieron a su alcance una victoria más abultada, pero las pérdidas no forzadas, el pobre rebote defensivo, junto con las personales “tontas” que le caían a su poste Luis Alberto cada vez que entraba en cancha en parte a nuestro entender por un excesivo concierto arbitral de silbato, impidieron que la diferencia no fuera todavía más significativa.
Los palentinos conseguían mandar en el partido cuando corrían el contraataque y controlaban el rebote defensivo, pero los segovianos, equipo muy bien montado, no perdía nunca la cara al encuentro y a base de rebote de ataque y juego estático muy controlado mantenían siempre unas diferencias salvables.
En el último cuarto y con diferencias rondando la decena, diferencia psicológica que hunde al equipo que va por debajo, los morados comenzaron un rosario de pérdidas absurdas de balón, lo que mantuvo en parte la incertidumbre por el resultado.
Lo mejor del CB Palencia fue la presión que realizó en ciertos momentos y lo bien que la supo romper cuando la hacían los segovianos. Por los visitantes, como ya hemos dicho antes, el hecho de que nunca “bajaran” los brazos, consiguiendo mantener la tensión del partido.
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