El Hotel Rey Sancho se enfrentó a un conjunto que previsiblemente puede ser rival en la segunda fase del campeonato autonómico quedando la sensación de que con intensidad y concentración el equipo palentino es superior.
Los morados mantuvieron todo el partido una zona-pres en todo el campo que arrojó sombras y luces: por una parte les permitió robar numerosos balones y por otra facilitó gran parte de las canastas rivales. Cabe pensar que, dado el grupo en que han sido encuadrados los palentinos, es un tipo de defensa a la que se van a tener que enfrentar continuamente, por lo que tienen que aprender a atacarla y una forma de aprender, ante la falta de rivales en pretemporada que te la hagan, es hacerla tú mismo. El principal problema que tuvimos fue de mentalización, de velocidad de reacción mental, probablemente por no estar acostumbrados a hacer este tipo de defensas o a sufrirla en situación rel de juego.
En ataque los postes estuvieron mucho más acertados que en partidos anteriores, sin precipitaciones, fintando oportunamente...
El último cuarto fue horrible. Con el partido ya ganado los del Hotel Rey Sancho se dedicaron a un absurdo correcalles y evidenciaron una gran falta de concentración que si no corrigen les dará serios disgustos contra los vallisoletanos que suelen marcar las diferencias no solo en su superioridad físicasino también en su seriedad táctica y en la aplicación de defensas presionantes.
De los zamoranos podemos decir que fue un equipo muy ordenado, con tranquilidad en sus acciones y buscando en todo momento sus mejores armas. Particularmente como aficionado al baloncesto me alegra que existan clubes así en provincias pequeñas como Zamora y ¡la nuestra!